En algunas ocasiones ya se han comentado por aquí temas relacionados con la nunca bien ponderada innovación y la creatividad.
Siempre me llevo la impresión de lo poco que se consulta el diccionario en estos tiempos y lo malo que es eso para la intercomunicación humana. Uno de los grandes botones de muestra es el periodismo.
Hay un gran número de palabras que se usan sin conocer en detalle su significado, por imitación, por expectativa, por que suena… y que tienen el terrible poder de que cada uno extrae de ella conclusiones particulares, permitiendo el consenso sobre materias en las que el más mínimo análisis no lo permitiría. Cuando eso llega ya a la academia es ya de traca y cremá (de académicos, por supuesto).
Innovación es una de ellas, aunque a veces cuestan separarlas de los omnipresentes eufemismos.
Estando ya retirado (y pudiendo hacer lo que me da la gana, cosa de la que dejo testimonio a los efectos de causar la máxima envidia cochinera a la audiencia) me puedo permitir el lujo de asistir a cursos diversos, incluso a algunos dirigidos para jóvenes, no tan sólo para aprender del profesor, si es que se deja, si no también de los alumnos, y disponer de información de primera mano que me permita intentar conllevar la brecha generacional con la mayor dignidad posible.
Recuerdo uno sobre innovación, asistí a la segunda clase, habiendo hecho novillos a la primera por motivos totalmente injustificados, prerrogativas de mi edad y condición. Me sorprendió que se usara el término innovación para definir actitudes, acciones y aspectos que personalmente considero más relacionados con la creatividad. Perplejo, se me ocurrió preguntar al profesor (universitario, por cierto) y me contestó con desparpajo que el primer día de clase habían consensuado entre todos (profesor y alumnos) qué es lo que significaba innovación y se ceñirían a ello el resto del curso. De nada sirvieron mis protestas arguyendo el papel de árbitro del diccionario… el consenso asambleario estaba muy por encima.
Suerte que a veces se ve luz al final del túnel.
Por cierto hoy el tema son las predicciones de la ciencia ficción, tema interesantísimo donde los haya, pero resulta que he consensuado conmigo mismo escribir de otra cosa…
Siempre me llevo la impresión de lo poco que se consulta el diccionario en estos tiempos y lo malo que es eso para la intercomunicación humana. Uno de los grandes botones de muestra es el periodismo.
Hay un gran número de palabras que se usan sin conocer en detalle su significado, por imitación, por expectativa, por que suena… y que tienen el terrible poder de que cada uno extrae de ella conclusiones particulares, permitiendo el consenso sobre materias en las que el más mínimo análisis no lo permitiría. Cuando eso llega ya a la academia es ya de traca y cremá (de académicos, por supuesto).
Innovación es una de ellas, aunque a veces cuestan separarlas de los omnipresentes eufemismos.
Estando ya retirado (y pudiendo hacer lo que me da la gana, cosa de la que dejo testimonio a los efectos de causar la máxima envidia cochinera a la audiencia) me puedo permitir el lujo de asistir a cursos diversos, incluso a algunos dirigidos para jóvenes, no tan sólo para aprender del profesor, si es que se deja, si no también de los alumnos, y disponer de información de primera mano que me permita intentar conllevar la brecha generacional con la mayor dignidad posible.
Recuerdo uno sobre innovación, asistí a la segunda clase, habiendo hecho novillos a la primera por motivos totalmente injustificados, prerrogativas de mi edad y condición. Me sorprendió que se usara el término innovación para definir actitudes, acciones y aspectos que personalmente considero más relacionados con la creatividad. Perplejo, se me ocurrió preguntar al profesor (universitario, por cierto) y me contestó con desparpajo que el primer día de clase habían consensuado entre todos (profesor y alumnos) qué es lo que significaba innovación y se ceñirían a ello el resto del curso. De nada sirvieron mis protestas arguyendo el papel de árbitro del diccionario… el consenso asambleario estaba muy por encima.
Suerte que a veces se ve luz al final del túnel.
Por cierto hoy el tema son las predicciones de la ciencia ficción, tema interesantísimo donde los haya, pero resulta que he consensuado conmigo mismo escribir de otra cosa…
Prediction or Influence? A History of Books that Forecast the Future
Publicado el 6/5/2014 en la Llista_IP como La(s) infografía(s) de los martes, o no: [225]
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