Recto y justo era Job
y apartado del mal
transcurría su vida;
por su hacienda trabajó
y tuvo por compañía
siete hijos y tres hijas
que a su vida le llevaron
el consuelo y la alegría.
Sus bienes multiplicaron
de camellos, bueyes y asnos,
ovejas, aves y cabras,
siervos que bien le sirvieron
y sus tierras bien araban.
Pero antes que a todo Job
a su Señor adoraba,
holocaustos le ofrecía
y con [sohuos] alababa
al tiempo que agradecía,
los bienes que Dios le dió.
Pero envidioso el maligno
del Señor permiso obtuvo
para a Job poder probar
y ver si en el infortunio
mostraba igual probidad
guardándose justo y puro.
Toda su hacienda perdió
y quedó sin compañía;
siete hijos y tres hijas
el rayo le arrebató
y su vida se llenó
de amargura y desconsuelo.
La noche más negra y triste
cerníase sobre el patriarca
(sin familia se quedó)
sin hacienda y sin ganado
y entre su pecho anidó
con silbidos de la Parca
negra nube de abandono
y sombras de muerte tuvo
en la soledad y el llanto.
Tirado sobre la tierra
sobre ceniza sentado,
con maligna ulceración
rascado con un [tejón],
observó actitud digna
y un pecho purificado.
Bendijo primero a Dios
como dueño de lo hecho
que puede dar y quitar
con gemidos de dolor.
Siete días con sus noches
tres amigos contemplaron
de Job tan cruel castigo
y cuando su boca abrió,
fueron únicos testigos
de su grandiosa amargura
pues si no tuvo pecado
le anegaba la negrura
al verse así castigado.
Maldijo la noche aquella
en que su ser se engendró;
y al día en que vió la luz
cubrió de insulto y reproche.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada