dissabte, 9 de juliol del 2022

Así hablaba Job

Recto y justo era Job

y apartado del mal

transcurría su vida;

por su hacienda trabajó

y tuvo por compañía

siete hijos y tres hijas

que a su vida le llevaron

el consuelo y la alegría.


Sus bienes multiplicaron

de camellos, bueyes y asnos,

ovejas, aves y cabras,

siervos que bien le sirvieron

y sus tierras bien araban.


Pero antes que a todo Job

a su Señor adoraba,

holocaustos le ofrecía

y con [sohuos] alababa

al tiempo que agradecía,

los bienes que Dios le dió.


Pero envidioso el maligno

del Señor permiso obtuvo

para a Job poder probar

y ver si en el infortunio

mostraba igual probidad

guardándose justo y puro.


Toda su hacienda perdió

y quedó sin compañía;

siete hijos y tres hijas

el rayo le arrebató

y su vida se llenó

de amargura y desconsuelo.


La noche más negra y triste

cerníase sobre el patriarca

(sin familia se quedó)

sin hacienda y sin ganado

y entre su pecho anidó

con silbidos de la Parca

negra nube de abandono

y sombras de muerte tuvo

en la soledad y el llanto.


Tirado sobre la tierra

sobre ceniza sentado,

con maligna ulceración

rascado con un [tejón],

observó actitud digna

y un pecho purificado.


Bendijo primero a Dios

como dueño de lo hecho

que puede dar y quitar

con gemidos de dolor.


Siete días con sus noches

tres amigos contemplaron

de Job tan cruel castigo

y cuando su boca abrió,

fueron únicos testigos

de su grandiosa amargura

pues si no tuvo pecado

le anegaba la negrura

al verse así castigado.


Maldijo la noche aquella

en que su ser se engendró;

y al día en que vió la luz

cubrió de insulto y reproche.



 [Mª Concepción Manzano Álvaro]

[Manuscrit]