dissabte, 16 de juliol del 2022

O me sume o lo consumo

 El atardecer quebrose

en gris y pardo dorado,

cuando en mi casa adentrose

la sombra de mi adorado,

y en ella, manso quedose.


A su paso se dispuso

con anhelante contento,

la casa que es de mi uso,

y el expectante portento,

en ella quedó recluso.


En vano ya pretendía,

con mi torpe y lento paso

hacer lo de cada día;

pués del alba hasta el ocaso

mi alma a sus piés rendía.


Si nunca mi vida fuera

de saber vivir ejemplo,

con lo que ahora viviera

convertida en rudo templo,

por más vana la tuviera.


Su presencia rebosaba

límites de humana ciencia;

y si amante me miraba,

daba y curaba dolencia

que mi alma traspasaba.


No fuimos dos, fuimos uno

en arcangélico viaje

y en mi pecho de consuno,

su Faz me quedó en tatuaje,

y yá no tengo viraje:

o me sume, o lo consumo.


Barcelona, 4-XII-77

Mª. C. Manzano


[Manuscrit i mecanoscrit]