dissabte, 27 d’agost del 2022

Vuestra comida

Todavía me embarga y me perdura

el calor que se adentró en mi pecho,

cuando amparada bajo vuestro techo,

me acogisteis llenos de ternura.

 

Ví en vuestros pechos la hermosura

y comprobarlo para mí fué un hecho;

el vino nos unió en abrazo estrecho

y de vuestro corazón calé la hondura.


Desde entonces, recuerdo con cariño

el momento de paz y de alegría

que viví al tomar vuestra comida,


pues si el amor es sencillo como niño

si sabe expresarse en armonía,

es al mismo tiempo sin medida.



BARCELONA. JULIO, 27 de 1977

Mª. Concepción Manzano Álvaro



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