diumenge, 4 de setembre del 2022

DÍPTICO: Huyendo me alejé... / En soledad la senda


DÍPTICO

 

 

HUYENDO ME ALEJÉ....                 (Sal. 54-8)


Huyendo me alejé, celosamente,

y quedeme en soledad enamorada;

huí del cielo, que das graciosamente,

y sumime en tu Gloria, anonadada


como esclava que espera vehemente

la sublime Deidad ver Encarnada.

Mí sí y mi amor Te dí humildemente

y mi alma se vió magnificada.

 

En soledad permanecí contigo

y Tú quedas tambien en soledad

y estrenas carne estando ya conmigo...

 

Ni el iris quiero yo, ni sol, ni rosa;

ni el silvo grácil del ave y la brisa,

que fuera de tu amor, no importa cosa.


Huyendo del mundo y de mí misma

me sume la Deidad que ya me abisma.

 

 

                        oOo




EN SOLEDAD LA SENDA             (Is. 40-3)


Humilde esclava hecha la Deidad,

a su esclava enseña los caminos

y María, con Ella en soledad,

muestra, a su vez, sus hijos peregrinos.


Hacen recta la senda en la verdad

al humano dolor y sus gemidos,

a solas, en fecunda intimidad,

Dios y esclava, ella y Verbo confundidos...


Y es en esa sublime adoración,

unida a la Divina Complacencia

lo que al mundo proyecta redención.

 

Que su anhelo es ya la salvación

de esos hijos que gimen por su ausencia

inmersos en su triste condición.

 

Se hizo recto en camino en soledad

y encontró salvación la humanidad.

 

 

BARCELONA. 1/2 de Septiembre de 1978

Mª. Concepción Manzano

 

[Mecanoscrit]