dissabte, 2 d’abril del 2022

La Torre del Oro

 He leído la noticia hace unos días en un periódico: La Torre del Oro es apuntalada como consecuencia del seísmo del día 28. Parece ser que no se notarán inmediatamente los efectos; unos días después cesada la lluvia y brillando el sol, cuando se comprobó que la parte superior estaba un tanto resentida, por lo que se ha decidido apuntalarla en espera de las definitivas obras de consolidación. La noticia en sí no tiene otro impacto a  mi modo de ver, más que la actitud que normalmente tenemos ante los monumentos simbólicos y estables durante siglos, que siempre sorprende cuando nos enteramos de que la debilidad afecta a estos grandes colosos. Impresiona saber que la gran fábrica de El Escorial estaba minada por las termitas en todas sus vigas (peligro ya subsanado, creo) o que la torre de Pisa no resistirá más que otros treinta años si no se le pone remedio, o a la fachada de Ripoll se deshará irremisiblemente, ya que parece fallar hasta la química más adelantada en el tratamiento del llamado cáncer de la piedra, etc.

Volviendo a la Torre del Oro, parece que su rigen fue una fortaleza árabe llamada "Borg-Al-Azajal" (Torre del oro en árabe) aunque no coinciden todos los autores en este criterio. En la primera historia de Sevilla de Peraza, nos describe así el monumento "está labrado por fuera de azulejos en los que el sol reverbera con agradable resplandor" digo yo si no habrá sido este mismo resplandor que al mostrarse cuarteado no habrá sido el que ha delatado sus grietas sirviéndole a la vez que de adorno de gran utilidad.         (Puede ser el punto final)

Parece ser que la famosa torre sufrió ya un serio quebranto a principios del siglo XVI siendo necesario entonces una importante obra de consolidación. Un terremoto dos siglos más tarde, el de 1755, parece que la puso en serias dificultades de estabilización; y luego todavía sufrió un mayor peligro, pues hubo quién abogó en favor de que fuera demolida, so pretexto de ensanchar y embellecer el paseo que por aquellos tiempos discurría a orillas del Guadalquivir. Una reacción general de los sevillanos impidió que se realizara ese desafuero. Un siglo después, tras el destronamiento de Isabel II, quiso ponerse en venta la Torre, nada menos que "para aprovechamiento de sus materiales de derribo". Por suerte dicha tentativa tampoco prosperó.

Otra de las razones sobre el nombre de "Torre del Oro" parece encontrarse en que la fortaleza sirvió de arca de caudales a Don Pedro I de Castilla. También se abogó porque el origen del nombre se debió a que en ella se depositaba el oro venido de las Indias a raíz del descubrimiento de América. Sea cual fuese su origen, lo importante es que continúa en pie sobreviviendo al tiempo, seísmos y nuevos trazados urbanos, siendo la admiración de propios y .... de ... (il·legible)


C. Manzano

 

[Mecanoscrit]